Consejos y Tips
La impermeabilización de una vivienda o construcción es un trabajo indispensable no solo para evitar goteras y filtraciones que afectan el normal uso de las instalaciones, sino también para la preservación a través de los años de todas las estructuras: losas, vigas, paredes, pintura, etc.
Es por eso que este tipo de trabajos implican una especial responsabilidad, el aislamiento hidrófugo debe ser 100% efectivo, impidiendo todo ingreso de agua, por mínimo que sea. Aquí les ofrecemos algunos consejos clave para lograr este objetivo.
Hidrolavado
Un correcto y exhaustivo hidrolavado de las superficies a tratar es indispensable para una adherencia firme y duradera de los productos a aplicar. No acepte un trabajo de impermeabilización si el mismo no incluye hidrolavado.
Sellado de fisuras
Las fisuras que existan deben ser selladas antes de aplicar membranas líquidas (impermeabilizante). Para ello es fundamental la apertura, profunda limpieza y posterior sellado de las mismas. Recomendamos ampliamente el uso de selladores poliuretánicos, por su gran adherencia, flexibilidad y durabilidad. Si aplica solo membrana líquida sobre fisuras abiertas, tarde o temprano volverán a abrirse.
Diagnóstico claro
Para obtener resultados óptimos, es necesario tener un diagnóstico claro de cómo y por dónde está ingresando agua. Con frecuencia el lugar donde se manifiesta la humedad al interior de la vivienda no coincide exactamente con el sector de la losa por donde ocurre el ingreso. Esto se debe a que el agua hace un recorrido por el interior de las mamposterías que en ocasiones puede confundir.
Control de desagües
En ocasiones, las filtraciones se producen por que los desagües pluviales no descargan correctamente. Esto puede deberse a varios motivos: acumulación de hojas o residuos en la boca de los mismos, falta de rejillas adecuadas que impidan el ingreso de elementos que pudieran taparlos, pendientes incorrectas o incluso mal dimensionamiento de caños y rejillas. Si en su techo se forman charcos o piletones que tardan mucho en desaparecer, puede ser el principio de un problema.
Preparación de superficies
Las superficies a tratar deben estar perfectamente limpias y secas, pero además, es fundamental que estén lisas, sin bordes filosos, puntas, o materiales semi despegados. En ocasiones capas de membrana de trabajos anteriores se descascaran sin salirse, lo que ocasiona superficies muy irregulares que atentan contra la durabilidad y óptimo funcionamiento del tratamiento hidrófugo.